¿porqué damos tanta importancia a las palabras y nos olvidamos de su compañero más tímido, el silencio?
Quizá para otros no tenga apenas importancia ya que no consume esfuerzos ni ocupa capacidad en nuestro "disco duro".
Pero para mí un instante de silencio en muchas ocasiones tiene mucho más poder que mil palabras lanzadas atropelladamente con el único fin de no encontrarme en la situación incómoda de no saber ni tener nada que decir.
Y ¿porque siempre hay que tener que decir algo?
El silencio pesa más que todas la palabras y muchas veces se convierte en el verdadero cofre del preciado tesoro cuya llave sólo está al alcance de unos poquitos, de los que verdaderamente me conocen y saben que con mi silencio les estoy dando una parte muy importante de mi.
Callándonos corremos el peligro de estar levantando nuestras propias barreras, que estamos impidiendo extraer lo más profundo de nuestro interior, gritar lo que sentimos y lanzar atropelladamente palabras liberadoras .
Pero también creo que hay pocas cosas que puedan superar el silencio de un abrazo profundo, el silencio de una mirada sincera, el silencio de un tímido roce.... y me da auténtico pavor en algún momento dejar de estremecerme con alguno de ellos.
No sé si tiene mucho sentido, pero para mí sólo valen la pena las personas que saben escuchar mis silencios y los llenan sólo con su presencia.
Quizá para otros no tenga apenas importancia ya que no consume esfuerzos ni ocupa capacidad en nuestro "disco duro".
Pero para mí un instante de silencio en muchas ocasiones tiene mucho más poder que mil palabras lanzadas atropelladamente con el único fin de no encontrarme en la situación incómoda de no saber ni tener nada que decir.
Y ¿porque siempre hay que tener que decir algo?
El silencio pesa más que todas la palabras y muchas veces se convierte en el verdadero cofre del preciado tesoro cuya llave sólo está al alcance de unos poquitos, de los que verdaderamente me conocen y saben que con mi silencio les estoy dando una parte muy importante de mi.
Callándonos corremos el peligro de estar levantando nuestras propias barreras, que estamos impidiendo extraer lo más profundo de nuestro interior, gritar lo que sentimos y lanzar atropelladamente palabras liberadoras .
Pero también creo que hay pocas cosas que puedan superar el silencio de un abrazo profundo, el silencio de una mirada sincera, el silencio de un tímido roce.... y me da auténtico pavor en algún momento dejar de estremecerme con alguno de ellos.
No sé si tiene mucho sentido, pero para mí sólo valen la pena las personas que saben escuchar mis silencios y los llenan sólo con su presencia.
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