Queridos Reyes Magos :
Han pasado muchos años desde mi ultima carta que escribí con toda la ilusión y que seguramente deposité en el buzón de la calle donde vívía por entoces.
Recuerdo casi todos los años y ahora cuando ya más mayor pienso en ello me parece increible la emoción que sentíamos mi hermano y yo con vuestra llegada, a pesar de que eran muy contados los juguetes y otras cosillas que aparecían la mañana del día 6 junto a nuestros brillanteszapatos (que ya se encargaban de darnos la tabarra mis padres con ello) y ocupando el espacio que la noche anterior habían invadido las galletas, pastas, vasos de agua, copitas de vino dulce..... y hasta hierba por supuesto para esos insuperable compañeros jorobados de vuestros viajes mágicos.
El tiempo ha intentado arrancarme vuestra magia y a pesar de que me gustaría negarlo, he pagado mi tributo por crecer. Pero fue fantástica la aparición de mis sobrinos porque me llevó a recuperar a través de sus pequeños corazones un poquito de la ilusión perdida.
Ahora ya se van haciendo mayores y ya van descubriendo ese secreto tan bien guardado, pero confío de corazón que la locura de la sociedad y del ritmo diario no llegue a llevarse toda su ilusión.
No sé porque motivo concreto pero ahora a mis 48 he decidido, en recuerdo de todos aquellos años, volver a escribiros mi carta.
Pero tranquilos no voy a pediros ninguna muñeca de la época ni siquiera misiones que ahora comprendo imposible como acabar con todas las desgracias del mundo, porque son eso.... imposibles.
Me petición es algo más sencilla.
Me gustaría acabar con tantas palabras que hieren para que no puedan aparecer en absurdas disputas. Me gustaría que todos aprendieramos que con frases simples y sencillas podemos burlar la vergüenza estúpida de los adultos y dejar salir esos sentimientos que no empeñamos en mantener ocultos bajo siete llaves, y eliminar interminables abismos entre personas, sobre todo cuando tienes al otro lado a alguna persona querida.
Me gustaría ser capaz de conseguir siempre momentos de microfelicidad porque no soy tonta y sé que la felicidad absoluta no existe..... y sobre todo os pido que nunca me falte ilusión.
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