sábado, 8 de octubre de 2016

Así de sencillo...

Lo más curioso de todo es que conforme pasa el tiempo una se da cuenta de lo imbécil que ha sido en ocasiones. Se da cuenta de todos los fallos y de todas las señales que indicaban que no, que por ahí los tiros no iban bien. Pero qué le vas a hacer...

Hay veces en la vida en las que nos obsesionamos con imposibles pensando únicamente en que podremos ganar algo si los conseguimos y no vas a ganar absolutamente nada, son imposibles. Es más, lo único que vas a conseguir es malgastar energía a raudales, una energía que deberías enfocar en cosas mucho mejores, yo qué sé... ¿no tienes sueños?.

Entre lo poco que sé de la vida es que hay muy pocas personas que realmente merecen la pena, así en general, y más atendiendo a periodos de tiempo largos. Muy pocas, y es muy complicado dar con ellas, es como encontrar una pepita de oro en medio de un lodazal... pero si las encuentras, haz algo. No valen esas cosas de "un poco más adelante", "ahora no es el momento", "es que no sé si estoy preparado", "tengo que centrarme en mí"... es todo mentira y lo sabes.
El amor y la amistad, o te arde o nada, las cosas a medias mejor dejarlas sólo para las pizzas de las tres de la mañana.

Caras bonitas y cuerpos de escándalo, gente con determinado éxito pero sin existencia, hay a raudales; cabezas avispadas, mentes abiertas y con sentido del humor, no tantas. Gente buena, gente honesta, blanda, cruda y con sentido del amor además, casi que ninguna. Si te vas a guiar de lo puramente estético te vas a estar equivocando, así como de lo que simplemente reflejen, queremos a personas que tengan cosas que contar y cuenten con nosotros. El amor es un sentimiento que tal como viene se va, sí, se va.
 
Así de sencillo.

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