martes, 17 de noviembre de 2015

caminos de piedras y piedras en los caminos

Somos millones y millones de personas en el mundo. Es difícil hacerse una idea de la cantidad de gente que hay a lo ancho y largo de toda la Tierra. Personas que caminan, que piensan, que se desplazan, que conocen lugares, que sufren, que se enamoran… Personas que, paso a paso, aprenden a descubrir la vida atravesando los distintos caminos que se les presentan a su paso.

¿Somos todos iguales? Para nada. Cada persona es única, original, personal. No lo sabemos pero cada uno de nosotros tiene dentro un yo; un yo que tiene unas necesidades, unos gustos, unas pasiones y unas aficiones únicas que lo hacen original y diferente del resto.

A medida que recorremos esos caminos encontramos piedras. Piedras que nos harán tropezar. Piedras que a veces nos harán heridas. Piedras que en ocasiones nos tirarán al suelo y nos harán rodar hasta el final del camino. La buena noticia es que al llegar al final de él, podemos levantarnos. A veces es necesario que la herida cicatrice antes de poder seguir caminando. Pero llegado el momento, estará en nuestra mano levantarnos para poder seguir caminando, descubriendo nuevos caminos.
Pero no solo hay piedras en los caminos. También, a veces, encontramos personas, aunque a veces son difíciles de distinguir entre la maleza, pero cuando encontramos algo que vale la pena, el camino que hasta ese momento sólo ponía piedras a nuestro paso, ahora se llena de miradas, caricias, roces, bromas o sencillamente encuentros afortunados... y así todo se hace más sencillo....
El tiempo se dilata o en ocasiones se paraliza pero consigues que se llene de buenos momentos, momentos en los que disfrutas y te olvidas del resto.

 
Momentos en los que simplemente eres tú.

No hay comentarios:

Publicar un comentario