sábado, 28 de noviembre de 2015

los llaman sueños


Dicen que las cosas que quieres, están al otro lado del miedo.

Ese lado al que no te atreves ni a mirar, ni aunque sea de reojo. Ese lado al que prefieres ignorar, restar importancia o mantenerlo al margen. Ese lado que bordeas por mucho que te atraiga lo que allí puedas encontrar. Ese lado en el que muchos de los tuyos están, pero a los que te resistes acompañar.
Miedo que te cuida y hasta te mima, porque tú, en primera persona, se lo permites. Que te acompaña sin pedírselo y sin preguntar si te hace falta. Que te dice por dónde ir y por dónde no, sin preguntar si estás seguro. Que toma asiento a tu lado, que te da la mano y no te deja levantarte sin su permiso.
Dicen que no todo lo que quieres es lo que necesitas.
Que a veces es mejor no conseguir lo que quieres, aunque no te des cuenta en un principio. Que puede ser un gran golpe de suerte que te abra otras puertas y te haga ver otros horizontes. Que perdiendo también se aprende, y que perdiendo nos conocemos mejor a nosotros mismos.
Dicen que hay que luchar por las cosas que quieres.
Sueños, los llaman.

martes, 24 de noviembre de 2015

No hay nadie que esté tan vacío como aquel que está lleno de sí mismo


 "No hay nadie que esté tan vacío como aquel que está lleno de sí mismo, pues cuando uno se encierra solo en su burbuja, su corazón se torna egoísta y sus intereses narcisistas le impiden enriquecerse de todo aquello que el mundo le ofrece.
Por eso se dice que a aquellas personas a las que solo les interesa “la primera persona” se vuelven toscas, rudas y vacilantes, a pesar de que sus creencias les hacen pensar que su frialdad y su “gran” identidad es un gran ejemplo para el mundo.
Porque esas personas narcisistas no se dan cuentan de que en su egoísmo se vuelven intratables mientras que al mismo tiempo pierden la oportunidad de disfrutar de miles de cosas a la vez que se van quedando cada vez más vacías y sin esencia."

(artículo de La Mente es Maravillosa)


domingo, 22 de noviembre de 2015

Comiendote a besos (María Rozalen)

Fueron cuatro los segundos que pasaron
hasta que pude encontrarte entre los rostros congelados
Y pasó una eternidad al mirarte y contemplar
en tus ojos reflejada mi mirada
Y hoy bendigo las razones casuales por las que decidiste
elegir mi banco para esperar, para encontrar...
Fue tu rostro, fue tu aroma, despertando mis hormonas,
lo que me obligó a cerrar la mente y respirar, y controlar la activación

Y mi razón se convirtió en buscarte entre las calles, en los parques, tiendas, bares; en sonrisas y destellos de cristal
Quien siguió la consiguió y esta historia comenzó a brillar
Y buen día te atreviste a confesarme que tenías tanto miedo a que yo supiera de tu realidad, y no comprendes…

Que no es tu signo positivo en que invierte en conflictivo
las cosas del querer
Que eres tu quien me revuelve, que eres tu quien me enamora,
tu quien me convierte en la mejor persona
Y si tengo que gritarte lo que siento:
Te digo que te quiero con tu suerte, con tu mierda,
con pasado, con presente, con o sin enfermedad
//Y tú no ves que quiero seguir comiéndote a besos…//

Y es que el miedo que yo tengo es simplemente
no poder saborearte lo suficiente
Es dejarte escapar, es vivir sin apostar
por quien juega con la mano más potente;
Son tus ojos, no tu sangre, los que arrastré a mi cama,
cada noche y cada día al despertar...
Y es tu sexo, no tu sangre, el que se adentra protegido
entre los huecos más oscuros de mi intimidad, y no comprendes...
Que es tu risa, no tu sangre, quien contagia de alegría,
las esquinas, los rincones de mi vida
Que eres tú, que no es tu sangre, quien invade de felicidad mis días

Que no es tu signo positivo en que invierte en conflictivo
las cosas del querer
Que eres tu quien me revuelve, que eres tu quien me enamora,
tu quien me convierte en la mejor persona
Y si tengo que gritarte lo que siento:
Te digo que te quiero con tu suerte, con tu mierda,
con pasado, con presente, con o sin enfermedad
//Y tú no ves que quiero seguir comiéndote a besos…//


martes, 17 de noviembre de 2015

caminos de piedras y piedras en los caminos

Somos millones y millones de personas en el mundo. Es difícil hacerse una idea de la cantidad de gente que hay a lo ancho y largo de toda la Tierra. Personas que caminan, que piensan, que se desplazan, que conocen lugares, que sufren, que se enamoran… Personas que, paso a paso, aprenden a descubrir la vida atravesando los distintos caminos que se les presentan a su paso.

¿Somos todos iguales? Para nada. Cada persona es única, original, personal. No lo sabemos pero cada uno de nosotros tiene dentro un yo; un yo que tiene unas necesidades, unos gustos, unas pasiones y unas aficiones únicas que lo hacen original y diferente del resto.

A medida que recorremos esos caminos encontramos piedras. Piedras que nos harán tropezar. Piedras que a veces nos harán heridas. Piedras que en ocasiones nos tirarán al suelo y nos harán rodar hasta el final del camino. La buena noticia es que al llegar al final de él, podemos levantarnos. A veces es necesario que la herida cicatrice antes de poder seguir caminando. Pero llegado el momento, estará en nuestra mano levantarnos para poder seguir caminando, descubriendo nuevos caminos.
Pero no solo hay piedras en los caminos. También, a veces, encontramos personas, aunque a veces son difíciles de distinguir entre la maleza, pero cuando encontramos algo que vale la pena, el camino que hasta ese momento sólo ponía piedras a nuestro paso, ahora se llena de miradas, caricias, roces, bromas o sencillamente encuentros afortunados... y así todo se hace más sencillo....
El tiempo se dilata o en ocasiones se paraliza pero consigues que se llene de buenos momentos, momentos en los que disfrutas y te olvidas del resto.

 
Momentos en los que simplemente eres tú.

lunes, 16 de noviembre de 2015

Es odio

Tal y como se piensa pueda ser cuestion de politica o de religion, pero no solo nos enfrentamos a ideas o a justicia mal entendida.....en el fondo pienso que es una cuestion de odio.

Odio.

Odio en las manos, esas que están para acariciar, para escribir, para trabajar..... pero que algunos usan para empuñar, para golpear, para matar.

Odio en los ojos, que están para contemplar, para agradecer, para sonreír sin mover los labios, pero que algunos pocos usan para fulminar, para mirar sin ver, para teñir de sangre todo lo visible.

Es odio. Odio en la cabeza, en la piel, en el estómago y en la lengua. Odio por todo el cuerpo y sobre todo concentrado en el nucleo del alma.

Y en el fondo odio a sí mismos y que practican contra todo el que no siente odio y posee alma.

Odio al que que nosotros intentamos poner tiritas con toneladas de flores cubriendo el asfalto salpicado de injusticia. Con minutos de silencio. Con velas y oraciones de los que creen y de los que no....y odio que solo se cura con la libertad de ser libres, de gozar libres, de vivir libres.

Odio en las calles de París, en el metro de Londres, en los trenes de Madrid, en los mercados de Beirut, en un Hotel en Turkia, en los barrios de Damasco ..  y tantos etcs que no salen en las pantallas ni se escuchan por las radios.

Y contra ese odio y por encima de ese odio...  la fe absoluta en la vida

viernes, 6 de noviembre de 2015

Puedo tener defectos, vivir ansiosa y estar irritada algunas veces, pero no olvido jamás que mi vida es la mayor empresa del mundo, al menos para mí..... el resto se encuentra en otra dimensión.





 

cuan fugaz es la vida....

Un día seremos polvo y no quedará nada.
El viento nos llevará consigo como si jamás hubiésemos existido.
Las canciones nos olvidarán como si nunca nos hubiesen hecho sangrar el corazón y como si nunca nos hubiesen curado el alma cuando, perdidos y agotados, buscábamos una razón. La razón de ser. La nuestra.
Las fotografías nos olvidarán: los colores, el contraste, los lugares, el tiempo.
Las sonrisas se marchitarán y se irán con nosotros a aquel lugar. Y no sé dónde queda exactamente, no sé si dentro del sol o en alguna otra galaxia a la que el hombre aún no ha llegado.
Y seremos, quizás, cometas, estrellas o planetas.
El amor, ese chaleco antibalas que usamos a diario para que nadie nos haga daño, no servirá de nada porque tendrá tantos agujeros como errores. Y las balas pasarán sin ningún impedimento.
Las miradas que nos quemaron arderán en alguna mente perdida que intenta recordar cuándo fue el día o la noche donde la piel cogió aquella forma de llaga.
Y levitaremos.
Cruzaremos la atmósfera, la geósfera y la hidrósfera en busca de nuestro eterno descanso.
Y el sol verá cómo nuestras partes se desintegran al compás del latir de una estrella fugaz.
Seremos fugaces.
¿Cuán fugaz es la vida? ¿Acaso no debería considerarse también una estrella más? (B. Griss)

jueves, 5 de noviembre de 2015

el pasado

El pasado está ahí para recordarnos de donde venimos, y porqué nos duele aquel vacío.
Está para que miremos que podemos salir del abismo y cantar al amanecer.
Para recordarnos que los reclamos de ayer no no sirvieron de nada, y que la mayor certeza que tenemos es el hoy por estrenar.
El pasado está ahí para impulsarnos, para aleccionar, para que veamos como existen los milagros y las segundas (e infinitas) oportunidades.
Está  para que exhalemos de alegría, para que hagamos algo con lo que no hicimos y para que remendemos las heridas inevitables.
El pasado está ahí, no para ser juez, ni para arrinconarnos.
No está para detenernos, ni para que nos conformemos con lo que ya vivimos.
Está para aprender, para cambiar, para saber qué camino no debemos volver a tomar.
Para que seamos más valientes, para que amemos más, para que a diario demos las gracias porque hasta aquí hemos hecho un largo recorrido, sin rendirnos.