lunes, 26 de octubre de 2015

Somos las decisiones que tomamos....

Somos las decisiones que tomamos, o algo así me dijeron a mí hace un tiempo.
Nos pasamos la vida tomándolas, como quién decide tomarte de la mano, y algunas pueden cambiarnos enteros, como elegir si somos más de ciencias, letras o artes, o que no nos gustan las etiquetas. Otra de las grandes decisiones es quedarse, o irse, porque hagas lo que hagas vas a romperte de todas las maneras posibles. He aprendido que dejar atrás todo lo que has sido, duele y significa que nada volverá a ser como era antes.
Nos rompemos la cabeza por determinaciones que creemos importantes pero nunca pensamos que son las pequeñas cosas las que marcan la diferencia.
Una serie de pequeñas acciones, intercambiar un par de palabras; no cruzar a esa calle por al que sueles pasar siempre; dar un abrazo;  elegir escuchar esa canción en ese momento; llegar tarde a un sitio pero gracias a eso conocer a tu futuro mejor amigo, encontrar ese libro en una librería cuando está a punto de cerrar... Todo son decisiones que tomamos a la ligera y en realidad son las que acaban determinando nuestra vida.
Mi consejo es que nunca debemos desaprovechar una oportunidad porque, ¿quién sabe si ese tren pasará otra vez por este andén?
 
Si somos las decisiones que tomamos, ¿quién quieres ser tú?
 

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