Que difícil debe ser reprimir las ganas de ser abrazada/o, por no querer mostrar ante el otro el menor signo de debilidad…
O, lo que casi es peor: por cree que el cariño debe ser entregado por norma…
El cariño, la ternura es una carretera de dos direcciones. Y muchas
veces olvidamos a la otra dirección. Siempre adelante nos olvidamos de
disfrutar del paisaje que nos rodea.
Si los necesitas, pídelos. No te escondas en el orgullo silencioso y
envenenado… Porque los abrazos se pudren y se quedan en meras y formales
condolencias, si no se piden y se dan con el corazón...
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