Me doy cuenta de que quizá el camino que ya he recorrido es más largo
que el que pueda quedar por recorrer, y justo es ahora cuando me planteo
que ya no tengo tiempo para soportar a absurdas personas que, a pesar
de la edad que pueda constar en su DNI, no han crecido y no me aportan
nada. Ya no tengo tiempo para aferrarme, como si en ello me fuera la
vida, a todo lo que ya pasó, debo mirar hacia mi incierto futuro. Ya no
tengo tiempo de seguir lamentándome por lo que pudo ser y no fue, sólo
hará mayor mi impotencia. Ya no tengo tiempo para promesas o esperanzas
que son sólo eso. Ya no tengo tiempo para seguir conjugando el tiempo
condicional... si fuera, si hubiera...
La persona que soy ahora está llena de buenos y malos recuerdos, de mi pasado y del pasado de otras personas.
Ya no tengo todos los caramelos que había en la bolsa que compré hace tiempo, los primeros los comí con ansia y ahora quiero saborear los que aún me quedan.
La persona que soy ahora está llena de buenos y malos recuerdos, de mi pasado y del pasado de otras personas.
Ya no tengo todos los caramelos que había en la bolsa que compré hace tiempo, los primeros los comí con ansia y ahora quiero saborear los que aún me quedan.
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