martes, 26 de julio de 2016
asesinando sentimientos....
Muchas veces damos lo imprescindible por sentado, asesinamos nuestros “te amo”, “te quiero"o “te necesito” antes de pronunciarlos. Ahogamos nuestras ganas de abrazar a alguien, no queremos ser cursis o exponernos al rechazo.
Antes de que sea tarde y despertemos esos
sentimientos dormidos al lado de una cama de hospital o frente a una
tumba.
¿Vaso medio lleno o medio vacío?
¿Vaso medio lleno o medio vacío?
Estamos rodeados de cosas buenas, más de las que pensamos, solo nos hace falta abrir los ojos a ellas.
Sé que el concepto en sí significa lo
mismo, sin embargo, son dos puntos de vista totalmente distintos de
afrontar la vida, según como se miren.
Todos tenemos problemas, todos lloramos,
todos nos caemos, todos sentimos. Pero a pesar de
todas las adversidades intentamos ser positivos, luchar por levantarnos y
no callarnos ante nadie ni nada. Por eso cuando hay un
problema, es mejor ver el vaso medido lleno.
Lo prefiero así, porque a pesar de todo lo malo que nos rodea,
siempre hay algo bueno que llene ese vacío y nos ayude a seguir
adelante. Y eso es lo que nos hace falta.
Porque ver el vaso medio vacío es como una rendición. Y no... porque siempre hay más.
Aunque a veces las cosas se ponen tan difíciles que cuesta ver que
realmente hay un camino que seguir, lo hay. La vida es demasiada
complicada como para complicárnosla nosotros más.
Por eso cuando te vuelvan a preguntar "Y tú, ¿cómo ves el vaso?", yo me lo pensaría dos veces antes de que contestar.
jueves, 21 de julio de 2016
mi hogar predilecto....
Llegado
a este punto en mi vida, la verdad es que cada día intento dar un paso
hacia el frente para arriesgar por una vida diferente a la que tengo,
intentando llenarla de ilusiones y sueños, quizá no tan ambiciosos, pero
si realistas y fáciles de conseguir.
Una
vida en la que no existan los imposibles, y menos aún los: “¡No
puedo!”. Rechazar la vanidad de las cosas, lo no perecedero y sobre todo
la mentira.
Quizá
ya sin tantos cuentos de hadas, sin tantos deseos al soplar una vela,
pero sin perder, eso sí, la esperanza de que las cosas puedan llegar a
buen puerto. Porque está claro que no existen ni los príncipes ni las
princesas, que soplando una vela lo más que consigues es un hilo de
humo, pero no seamos tan pesimistas….. porque ni todo son ranas ni por
apagarse la llama se pierde la ilusión.
Cada
día me canso más de los conformismos. Y quiero apostar por algo
novedoso, con lo que escapar de una realidad a veces destructiva.
No sé si mi apuesta dará resultados pero sigo en el camino…
Y
seguro que si es un buen camino me mostrará que es mejor alcanzar lo
que sueño que simplemente desearlo, que se puede creer que un corazón
puede romperse y recomponerse tantas veces como uno quiera, que es mejor
tener la valentía para luchar por las cosas y por la personas que
quieres, en vez de quedarme de brazos cruzados.
Porque mi “hogar” predilecto es y seguirá siendo una sonrisa y un abrazo…
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