¿De que hablo cuando hablo de vivir? ... Hablo de despertar cada mañana,
esos despertares míos normalmente buenos e incluso cariñosos, pero que
últimamente se están volviendo un poco huraños. Despertares con el sabor
del cacao y galletas, con sabor de zumo de naranja recién exprimidas.
Cuando hablo de vivir, hablo de esos momentos en los que lo único que me apetece es imaginar cosas, intentar vivir los sueños, viendo pasar las nubes en el cielo azul a través de la ventana.
Pienso también, por supuesto, en enfados y tristezas, en esos días grises donde puede llegar a molestarme cualquier cosa. Días grises donde parece que lo mejor es aislarse, dar un tiempo para que se pase, para poder disfrutar más tarde los reeencuentros, con el dolor en el corazón ya olvidado, para disfrutar de los amigos y de mi gente, escuchar el sonido de sus voces y hablar y compartir esperanzas e ilusiones.
Cuando hablo de vivir, hablo incluso de de la lista de la compra, de tender lavadoras, de planchar ropa, de idear alguna comida sencilla, de coger el trapo y ponerse a limpiar, de viajes en el metro.... de cosas cotidianas que no importa que puede volverse tediosas.
Cuando hablo de vivir, hablo de todo eso pero sobre todo de compartirlo con la gente importante de mi vida. Hablo de abrazos deseados, de los ya que nos hemos ofrecido, de los que quedan por compartir.
Hablo de todo eso y de mucho más cuando hablo de vivir.
Cuando hablo de vivir, hablo de esos momentos en los que lo único que me apetece es imaginar cosas, intentar vivir los sueños, viendo pasar las nubes en el cielo azul a través de la ventana.
Pienso también, por supuesto, en enfados y tristezas, en esos días grises donde puede llegar a molestarme cualquier cosa. Días grises donde parece que lo mejor es aislarse, dar un tiempo para que se pase, para poder disfrutar más tarde los reeencuentros, con el dolor en el corazón ya olvidado, para disfrutar de los amigos y de mi gente, escuchar el sonido de sus voces y hablar y compartir esperanzas e ilusiones.
Cuando hablo de vivir, hablo incluso de de la lista de la compra, de tender lavadoras, de planchar ropa, de idear alguna comida sencilla, de coger el trapo y ponerse a limpiar, de viajes en el metro.... de cosas cotidianas que no importa que puede volverse tediosas.
Cuando hablo de vivir, hablo de todo eso pero sobre todo de compartirlo con la gente importante de mi vida. Hablo de abrazos deseados, de los ya que nos hemos ofrecido, de los que quedan por compartir.
Hablo de todo eso y de mucho más cuando hablo de vivir.
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