No necesito ni flores ni bombones y ni grandes cenas en restaurantes
lujosos. No me siento cómoda en diamantes ni me divierto en fiestas
llenas de gente que no se mira a los ojos. Soy muy simple, no tengo
grandes secretos.
Muchas veces no hablo porque me siento
intimidada, no porque no
quiera. Soy más cobarde de lo que logro admitir. Lo único que necesito
en algunos momentos malos es compañía, con eso me basta y me sobra.
Los
pequeños paseos, las flores de un dia, la sonrisa... eso si con cosas que necesito. La
grandeza no seria nada sin cosas pequeñas que abonaran el camino y son
esas en las que yo me fijo. El pasado de la gente a la quiero no me
preocupa mucho y sobre su presente, sólo quiero que sean felices y si
tengo que hacer algo para conseguirlo pues lo intento.
Y lo único que puedo ofrecer a veces son estas palabras encadernadas... unas tras otras, quizá muchas veces sin sentido pero sin más pretensión que compartirlas.
Y lo único que puedo ofrecer a veces son estas palabras encadernadas... unas tras otras, quizá muchas veces sin sentido pero sin más pretensión que compartirlas.
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