Estos tiempos convulsos...
Todo parece haber cambiado tanto y en tan poco tiempo..... Hace apenas unos meses las calles de cada ciudad y cada pueblo aparecía cubierta de una alfombra invisible de vida, de risas, pero ya no es igual.
Cierto que hemos regresado a algo parecido a lo que teníamos, pero el miedo, la incertidumbre, el desasosiego y la duda se han convertido en los compañeros de nuestro viaje diario.
Es increible que algo que no se ve, algo casi invisible haya hecho tantísimo daño. Y una vez más se demuestra que cualquier plan que puedas hacer puede verse truncado en un sólo y diminuto instante.
Pero no podemos permitir que nos marque el ritmo ni que condicione nuestro día a día. Podemos aprender a convivir con él y continuar nuestro camino con paso firme y seguro, esperando que un futuro muy cercano nuestros caminos se separen y todo esto pase a ser una anécdota en nuestra historia personal y colectiva.
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