viernes, 17 de marzo de 2017

hay algo más valioso que nuestro tiempo...

Aunque siendo chiquita  aprendí a atarme los nudos de las zapatillas, nunca he llegado a aprender a  deshacer los nudos de la garganta. Nunca he entendido que nos enseñen a abrir las puertas a las oportunidades sin explicarnos que no todas lo merecen y que hay que saber dar algún que otro portazo. Alguien debe recordarnos que hay personas que son como esos zapatos bonitos que tanto nos gustan pero que nos hacen siempre heridas.

Llegó  la hora de llenar nuestra vida, de dejarnos de vasos, de sonreírle a ella y no a las fotos.

Y no niego el derecho a ser más desconfiados o más fríos que antes. Pero gracias a que las mariposas de nuestro estomago murieron por tragar tantas mentiras se nos abrieron los ojos. Fue así como aprendimos que dar protagonismo a los fantasmas del pasado nos convierte en una casa abandonada, que nunca serán suficientes los recuerdos cuando crees que estas a tiempo de crear más. 

Dicen que solo hay una cosa más valiosa que nuestro tiempo, y es con quién lo pasamos, así que ojalá dejemos de pensar lo ridículo que fue tropezar y comencemos a aprender de lo sucedido.

Solo nosotros decidimos ser la piedra que algunos quieren como amuleto o ser de las que hacen tropezar. Así que ojalá nuestra elección sea la buena y logremos tener tantos "el mejor día de mi vida" que no sepamos cual elegir. (C.Cerpa)

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