viernes, 17 de marzo de 2017

He aprendido...

He aprendido que las palabras se las lleva el viento, que son las acciones las que realmente importan y las que se quedan plasmadas para siempre.


Aprendí a no ilusionarme con un "te quiero" pues en esta época de la vida no significa nada y que un "no te quiero perder" es igual a un te olvido mañana...
De qué sirve que me digas que me quieres en tu vida para siempre si no haces nada para que me quede, porque tus palabras dicen una cosa y tus acciones otra. Porque un día me llamas y al otro no existo, me cansé de estar esperando a que cambies, lo que es un gran error porque para ser felices se requiere no esperar de nadie, porque esperar duele y solo te deja decepciones, que no esperes a que la persona cambie, cambia tú para que el rumbo de tu vida sea diferente.
Que el depender emocionalmente de una persona no es sano, que nadie debe recibir un amor a medias y nadie se merece ser la segunda opción de nadie.
Que esas personas dejen su egoísmo a un lado y nos dejen volar a otro mundo en donde para otras personas lo seamos todo, que no nos hablen bonito cuando nos están sintiendo perdidos y una vez asegurándonos de nuevo nos vuelvan a pisotear, ya que nunca nadie merece subir el ego de los demás a costa de nuestra integridad.
He aprendido que quien te quiere te busca y no deja de mostrar su interés por ti, quitémonos esas ideas erróneas de la cabeza, dejemos de justificar y afrontemos la realidad, que simplemente si le interesaras a alguien no importa lo ocupado que esté se toma un minuto para mandarte un mensaje o para hacerte una pequeña llamada, sabe donde vives, si quisiera verte iría hasta tu casa...
A veces tenemos que ser crueles con nosotros mismos pero es mejor para no quedarnos en un sueño y así despertar a la realidad.
Porque somos unos cobardes que con tal de no sentirnos solos mantenemos a nuestro lado a personas que nos hacen daño y es que muchas veces lo que más creemos necesitar es lo que más daño nos hace.
Está bien amar a otras personas pero sobre todo ámate a ti mismo, valórate porque si no eres tú quien lo hace nadie más lo hará. Estamos en una época en la que todos dicen amar a todos pero pocos saben el verdadero significado de esa palabra. ¿Eres joven, eres guap@, estás sufriendo?
Límpiate esas lágrimas, deja el móvil y sal a vivir la vida, ve a fiestas, ve al cine, sal a pasear por un parque, convive con la gente que te rodea, diviértete!! Porque la vida también es eso, porque la vida es corta, porque la vida es maravillosa, porque el tiempo se va y es el único que no regresa, conoce gente nueva, experimenta, pero claro, no te quieras comer el mundo de un solo bocado.
Equivócate y de esos errores aprende, supérate, deja de poner tus energías a lo menos importante y esfuérzate a lo que realmente lo vale...
No te pases la vida buscando un amor, en su momento llegará la persona indicada. Eres dueño de tu vida, de tu historia, todo lo que hagas tendrán consecuencias las cuales serán solo para ti, tú decides si son buenas o son malas.
Dile a las personas lo que significan para ti y no lastimes a nadie, pero obvio tampoco les mientas solo para no herirlas puesto a que las dañaras aún más. 
Aléjate de la gente tóxica, esas que tratan de empequeñecer tus logros, opacando tu luz y que te haga sentir inferior y es que nadie puede hacerte sentir así sin tu consentimiento, sé humilde para aceptar tus errores y aprende a reconocer tus triunfos, no hagas menos a nadie porque nadie es más que tú y nadie es menos que nadie.
(texto encontrado por casualidad en algún rincón de la red de redes)

hay algo más valioso que nuestro tiempo...

Aunque siendo chiquita  aprendí a atarme los nudos de las zapatillas, nunca he llegado a aprender a  deshacer los nudos de la garganta. Nunca he entendido que nos enseñen a abrir las puertas a las oportunidades sin explicarnos que no todas lo merecen y que hay que saber dar algún que otro portazo. Alguien debe recordarnos que hay personas que son como esos zapatos bonitos que tanto nos gustan pero que nos hacen siempre heridas.

Llegó  la hora de llenar nuestra vida, de dejarnos de vasos, de sonreírle a ella y no a las fotos.

Y no niego el derecho a ser más desconfiados o más fríos que antes. Pero gracias a que las mariposas de nuestro estomago murieron por tragar tantas mentiras se nos abrieron los ojos. Fue así como aprendimos que dar protagonismo a los fantasmas del pasado nos convierte en una casa abandonada, que nunca serán suficientes los recuerdos cuando crees que estas a tiempo de crear más. 

Dicen que solo hay una cosa más valiosa que nuestro tiempo, y es con quién lo pasamos, así que ojalá dejemos de pensar lo ridículo que fue tropezar y comencemos a aprender de lo sucedido.

Solo nosotros decidimos ser la piedra que algunos quieren como amuleto o ser de las que hacen tropezar. Así que ojalá nuestra elección sea la buena y logremos tener tantos "el mejor día de mi vida" que no sepamos cual elegir. (C.Cerpa)