domingo, 20 de noviembre de 2016

lo que dejas en el camino

Y llega ese momento en que te empiezas a dar cuenta que tu círculo de amigos es más pequeño que hace unos años. Te das cuenta de que cada vez es más difícil ver a tus amigos y coordinar horarios por diferentes cuestiones: trabajo, estudios, pareja, etc. Y cada vez disfrutas más de cerveza que sirve como excusa para charlar un rato. Las multitudes ya no son “tan divertidas”, hasta a veces te incomodan o te aburren. 

Te empiezas a dar cuenta que mientras algunos eran verdaderos amigos otros no eran tan especiales después de todo.Te das cuenta de que algunas personas son egoístas y que, a lo mejor, esos amigos que creías cercanos no son exactamente las mejores personas que has conocido y que la gente con la que has perdido contacto resultan ser de los más importantes amigos para ti. 

Ríes con más ganas, pero lloras con menos lágrimas, y con más dolor. 

Tratas día a día de empezar a entenderte a ti mism@, sobre lo que quieres y lo que no. Tus opiniones se vuelven más fuertes. A veces te sientes genial e invencible, y otras sol@, con miedo y confundid@o. De repente tratas de aferrarte al pasado, pero te das cuenta de que el pasado cada vez se aleja más y que no hay otra opción que seguir avanzando. Te preocupas por el futuro y por hacer una vida para ti. 


Tu día a día parece ser un lugar inestable, un camino en tránsito y todo un lío en la cabeza, pero nos toca aprender que no tenemos que desaprovecharla­­ por culpa de nuestros miedos, estos son los cimientos de nuestro futuro.

Hagamos valer nuestro tiempo, cuidemos el presente porque en él viviremos el resto de tu vida.

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