lunes, 23 de febrero de 2015

Podríamos ser

Realmente no conocemos nuestras posibilidades. Nos conformamos muchas veces con dejarnos llevar y no hacer por revelarnos... Entiendo y sé que el cansancio y la sensación de golpearnos siempre contra los mismos muros es la que nos genera esa desidia y esa desgana.
Pero paremonos un segundo, sólamente un segundo para pensar que se podría llegar a ser para dar otro color a nuestro día a día. Tratar de dar sentido en palabras a todo esto es realmente difícil y al leerlo suena más a fábula y a ciencia ficción que a otra cosa, porque somos libres de pensar y de desear ¿no?....Así que para allá van unas cuantas opciones para esos "podríamos ser":
Podríamos ser todo y nada a la vez. Podríamos ser más y mejor. 
Podríamos ser un día cualquiera lleno de sorpresas. 
Podríamos ser un barco de papel que no se hunde en el mar. 
Podríamos ser una moneda de dos caras que siempre nos dice que nada va a salirnos mal. 
Podríamos ser verano en pleno invierno. 
Podríamos ser un beso de esos que calan hasta los huesos.
Podríamos ser muchas noches sin dormir. 
Podríamos ser miradas que se clavan. O palabras que se escriben solas en nuestra cabeza. 
Podríamos ser un corazón dibujado con un dedo en una espalda. O una sábana con olor de recien lavada. 
Podríamos ser rojos como unos labios en un cuello. 
Podríamos ser norte, sur, este y oeste. 
Podríamos ser cualquier cosa que soñemos.  
Podríamos ser caricias que recorren caminos sin ningún final. O una canción por terminar. 
Podríamos ser una historia de ciencia ficción, comedia, terror, e incluso amor.
Podríamos ser fuego sin quemarnos. 
Podríamos ser silencios llenos de te quieros. 
Podríamos ser el mejor día de nuestra vida. 
Podríamos ser risas intentando que desaparezca el  miedo. 
Podríamos ser tantas cosas cómo quisiéramos. 
Podríamos ser las ganas que nunca nos faltan. 
Podríamos ser hasta lo inimaginable.

viernes, 20 de febrero de 2015

errores

El error más grande lo cometes cuando, por temor a equivocarte, te equivocas dejando de arriesgar en el viaje hacia tus objetivos.

No se equivoca el río cuando, al encontrar una montaña en su camino, retrocede para seguir avanzando hacia el mar; se equivoca el agua que por temor a equivocarse, se estanca y se pudre en la laguna.

No se equivoca la semilla cuando muere en el surco para hacerse p
lanta; se equivoca la que por no morir bajo la tierra, renuncia a la vida.

No se equivoca el pájaro que ensayando el primer vuelo cae al suelo, se equivoca aquel que por temor a caerse renuncia a volar permaneciendo en el nido.

Se equivocan aquellos que no aceptan que ser hombre es buscarse a sí mismo cada día, sin encontrarse nunca plenamente.

Al final del camino no te premiarán por lo que encuentres, sino por aquello que hayas buscado honestamente. 

miércoles, 18 de febrero de 2015

los que quieren... sin querer

Es la edad, lo sé. Tiene que serlo. 
No puede haber otra razón para que el escepticismo hay echado raices en mis percepciones, una a una, hasta colocarlas desordenadamente en un montón de dudas e incógnitas permanentes. Si antes abría los ojos con sorpresa y admiración ante determinadas personas, ahora esos mismos ojos van acompañados de unas arrugas que ocultan en sus pliegues la experiencia que dan las miserias propias y ajenas, y la convicción de que toda sinceridad tiene matices y toda honestidad, sus excepciones.
Ahora admiro lo que las personas me hacen sentir sin querer, no lo que me obligan a ver. 
Ahora admiro a los que se hacen querer sin mostrarlo.
A los que son excepcionales porque no pueden contarlo. Lo gritan a los cuatro vientos, incluso lo demuestran, pero sin ningún altavoz sonoro... son gritos silenciosos. Trabajan horas y besan al regresar, cuando los labios están ya cansados de tanto hablar. Se duermen de agotamiento en el metro o el autobús y los días se les escapan ayudando a otros, atendiendo a la familia, cuidando a los niños, enterrando frustraciones y abonando ilusiones. Y aún dicen “gracias, amiga” y aún encuentran hueco para tomar unas cañas con su gente. Ellos son los admirables, los que aman sin pensarlo, los que quieren sin querer.
Y, por suerte, hay unos cuantos... y yo conozco a algunos.

lunes, 2 de febrero de 2015

no tengo paciencia

"Ya no tengo paciencia para algunas cosas, no porque me haya vuelto arrogante, sino simplemente porque llegué a un punto de mi vida en que no me apetece perder más tiempo con aquello que me desagrada o hiere. No tengo paciencia para el cinismo, críticas en exceso y exigencias de cualquier naturaleza. Perdí la voluntad de agradar a quien no agrado, de amar a quien no me ama y de sonreír para quien no quiere sonreírme. Ya no dedico un minuto a quien miente o quiere manipular. Decidí no convivir más con la pretensión, hipocresía, deshonestidad y elogios baratos. No consigo tolerar la erudición selectiva y la altivez académica. No me ajusto más con la barriada o el chusmerío. No soporto conflictos y comparaciones. Creo en un mundo de opuestos y por eso evito personas de carácter rígido e inflexible. En la amistad me desagrada la falta de lealtad y la traición. No me llevo nada bien con quien no sabe elogiar o incentivar. Las exageraciones me aburren y tengo dificultad en aceptar a quien no gusta de los animales. Y encima de todo ya no tengo paciencia ninguna para quien no merece mi paciencia" (Meryl Streep).