viernes, 2 de mayo de 2014

cierta edad



Alcanzar una cierta edad tiene su lado positivo. Pierdes algunas cosas por el camino, pero ganas otras.
Te asaltan sentimientos extraños que enseguida se hacen tus amigos y comparten contigo veladas llenas de ternura.
Aprendes a ver el mundo de otra manera. Tus emociones adquieren formas jamás imaginadas. Te pierdes en tu propia ganancia de experiencia.
Sólo precisas un instante para aprender a saborear cada momento que te regala la vida.
Te centras en lo que verdaderamente importa y te importa. No te andas con rodeos a la hora de sentir.
No buscas atajos para llegar cuanto antes a tu destino. Paseas sin prisa, apoderándote del paisaje y regalándote gestos entrañables.
No buscas aprobaciones innecesarias. Aprendes a no engañarte cada mañana al levantarte. Te dejas llevar siempre que el aire sea de poniente
No te cuesta encogerte de hombros al reconocer que no sabes algo, ni extender tu mano para ayudar al que ves que pierde el equilibrio.
Afinas en esa búsqueda de la chispa que encienda nuevas ilusiones y te haga encontrarte a ti misma sin perder un ápice de tu esencia.
Aprendes a erizar tu piel con el simple roce de una mirada perdida.
Aprendes a vivir y a que te vivan…


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