Dichosa sonrisa que invade mi alma alguna madrugada de insomnio, cuando
algún estupendo recuerdo aparece de golpe, como el rayo de una
tormenta... recuerdo de algún fantástico día, de algún imborrable
momento, de alguna loca noche... Risa en el alma y recuerdos en el
corazón y mente.
Recuerdos que se han quedado marcados en el calendario de mis conservas vitales, ese calendarío que a veces siento anticuado y lleno de polvo, recuerdos que recupero de un cajón desastroso donde acumulo, como un mercadillo de saldos, restos de todo o de nada al fin y al cabo, porque que son los recuerdos más que polvo de estrellas, chispazos del pasado, polvo de efímera alegría.... nada tangible, nada material pero tanto y tan importante porque me permiten por los segundos que pueden durar, sustentar algo que mi memoria ha borrado, pero que mi corazón echa en falta.
Recuerdos que me permiten volar entre nubes, esquivando los chaparrones que pretendan borrar el brillo de mis ojos que se niegan a olvidar lo que han vivido. Acomodándome en canciones que tararean las letras que me acogen en las noches en vela, bailando con las penas que ya no hacen que me ahogue en un vaso como hacían antes.
Y continúo así, viviendo día a día, a velocidad de crucero, sin rasgar demasiado en los cambios de velocidad.
Hay una frase que viene muy a cuento (frases que cuando encuentro en mis navegaciones internautas, copio y guardo) .... dice así."Echamos mano del freno en cuanto vienen curvas que nos hace salir del mapa del territorio familiar. . Racionalizamos todo lo que vaya mas allá de ese límite autoimpuesto que nos da seguridad, pero nos impide descubrir. Nos impide avanzar. Lo peor, o lo mejor en contadas ocasiones, es que ni tan siquiera lo dejamos salir a flote en nuestra conciencia y ese es el daño que nos estamos causando. Es una forma de defenderse, de esconderse bajo el caparazón que se ha ido creando tras cada golpe que nos ha ido dando la vida."
Y sé que es inevitable dudar, temer, querer barajar bien las cartas antes de jugar. Pero nunca debemos olvidar que el juego de la vida es arriesgar.... y vivir es ir mas allá. Más allá hasta de un@ mism@.
Todos hemos llegado a donde estamos ahora mismo perdiendo muchas cosas, a veces más de las que nos hubiera gustado. Incontables cosas. Demasiadas personas. Múltiples oportunidades. Y a pesar de todo eso seguimos en pie.
Cuando eramos más canijos, jugábamos a ser mayores porque quizá estábamos convencidos de que seriamos lo suficientemente fuertes para conseguirlo todo. Quizá queríamos saber qué era eso de madurar. Y ahora que lo sabemos odiamos tener la maldita capacidad para serlo, y que aun por encima nos lo exijan.
El inconformismo de la humanidad llega a límites insospechados subrayados en muchas ocasiones con una buena razón de estupidez . Una mezcla explosiva que lo único que hace es descompensar nuestra balanza que se tambalea cada vez más hacia los "debería", dejando atrás los "quisiera".
Y así nos hacen jugar.....
"El juego de la vida. El tira y afloja de la cuerda que nos ahoga en un sin vivir, La cuerda que nos agarra ante cada caída, que nos salva de los acantilados a los que nos vemos expuestos, pero que nos quita el aire si no medimos bien nuestros pasos". (otra de las frases copiadas)
Recuerdos que se han quedado marcados en el calendario de mis conservas vitales, ese calendarío que a veces siento anticuado y lleno de polvo, recuerdos que recupero de un cajón desastroso donde acumulo, como un mercadillo de saldos, restos de todo o de nada al fin y al cabo, porque que son los recuerdos más que polvo de estrellas, chispazos del pasado, polvo de efímera alegría.... nada tangible, nada material pero tanto y tan importante porque me permiten por los segundos que pueden durar, sustentar algo que mi memoria ha borrado, pero que mi corazón echa en falta.
Recuerdos que me permiten volar entre nubes, esquivando los chaparrones que pretendan borrar el brillo de mis ojos que se niegan a olvidar lo que han vivido. Acomodándome en canciones que tararean las letras que me acogen en las noches en vela, bailando con las penas que ya no hacen que me ahogue en un vaso como hacían antes.
Y continúo así, viviendo día a día, a velocidad de crucero, sin rasgar demasiado en los cambios de velocidad.
Hay una frase que viene muy a cuento (frases que cuando encuentro en mis navegaciones internautas, copio y guardo) .... dice así."Echamos mano del freno en cuanto vienen curvas que nos hace salir del mapa del territorio familiar. . Racionalizamos todo lo que vaya mas allá de ese límite autoimpuesto que nos da seguridad, pero nos impide descubrir. Nos impide avanzar. Lo peor, o lo mejor en contadas ocasiones, es que ni tan siquiera lo dejamos salir a flote en nuestra conciencia y ese es el daño que nos estamos causando. Es una forma de defenderse, de esconderse bajo el caparazón que se ha ido creando tras cada golpe que nos ha ido dando la vida."
Y sé que es inevitable dudar, temer, querer barajar bien las cartas antes de jugar. Pero nunca debemos olvidar que el juego de la vida es arriesgar.... y vivir es ir mas allá. Más allá hasta de un@ mism@.
Todos hemos llegado a donde estamos ahora mismo perdiendo muchas cosas, a veces más de las que nos hubiera gustado. Incontables cosas. Demasiadas personas. Múltiples oportunidades. Y a pesar de todo eso seguimos en pie.
Cuando eramos más canijos, jugábamos a ser mayores porque quizá estábamos convencidos de que seriamos lo suficientemente fuertes para conseguirlo todo. Quizá queríamos saber qué era eso de madurar. Y ahora que lo sabemos odiamos tener la maldita capacidad para serlo, y que aun por encima nos lo exijan.
El inconformismo de la humanidad llega a límites insospechados subrayados en muchas ocasiones con una buena razón de estupidez . Una mezcla explosiva que lo único que hace es descompensar nuestra balanza que se tambalea cada vez más hacia los "debería", dejando atrás los "quisiera".
Y así nos hacen jugar.....
"El juego de la vida. El tira y afloja de la cuerda que nos ahoga en un sin vivir, La cuerda que nos agarra ante cada caída, que nos salva de los acantilados a los que nos vemos expuestos, pero que nos quita el aire si no medimos bien nuestros pasos". (otra de las frases copiadas)
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