lunes, 16 de octubre de 2017

perder la magia de los rincones....

Ahora observamos menos que antes. Cambiamos el paisaje por pantallas, ya no sentimos el aire que nos despeina, y solo nos damos cuenta si algún obstáculo se nos presenta.
Hemos dejado de mirar al frente y a los lados, y nos estamos perdiendo la magia de rincones que no conocemos o la nostalgia que nos provocan los más familiares.
Ya no nos miramos tanto. Y a veces, valoramos más lo que nos dicen unos dedos en línea que la intensidad de unos ojos gritando.
Hemos cambiado, somos más virtuales y menos humanos. Pero nos quedan los bares, la cerveza, los amigos y la familia con quien olvidar la cobertura o la batería. Hay esperanza, jamás un emoji sustituirá a un abrazo. Todavía estamos a tiempo, de despertar, desconectarnos, y solucionarlo.