Cuando eramos pequeños todo era tan diferente, nadie
te hacia daño, eras ese niña buena a la que todos querían, peleabas con tus amigas, con tu hermano y ya a los cinco minutos volviamos a ser de nuevo amigos, todo era facil.
Nuestros padres eran los mejores héroes.
Pero como no todo lo bueno
dura para siempre ahora todo cambia, somos diferentes, tenemos que
luchar por lo que queremos, nuestros padres dejan de ser los héroes y se
convierten en personas normales que nos ayudan a vivir.
El orgullo se convierte en nuestro mejor juego y
gracias a eso perdemos a personas que queremos. Las personas nos hacen
sufrir, la gente no es como parece, muchas veces dudamos de quienes son los
verdaderos amigos, no siempre estamos de buen humor y el amor no es la
cosa más importante del mundo. Cada dia crecemos más y las cosas se
complican.
La vida nos da muchos golpes y asi es como nos damos cuenta
que no vivimos en una bola de cristal donde todo es perfecto como
parece.